Se raspa la cáscara y se parte el limón dependiendo de su tamaño en cuatro o en seis partes, se quita la pulpa y se dejan las cáscaras, se ponen en agua fría y se dejan estar toda la noche, al día siguiente se tira ese agua y se ponen a hervir entre 5 a 10 minutos.
Se tira ese agua y se vuelven a dejar toda la noche en agua fría.
Se prepara un almíbar con el azúcar y vaso y medio de agua, se escurren dos limones y se le echa al almíbar ese jugo. Después se echan las cáscaras de limón al almíbar y se dejan cocinar por 10 minutos, se retira luego del fuego.
Al día siguiente, se quitan los trozos de cáscara de limón del almíbar, se lleva el almíbar nuevamente al fuego hasta que coja su punto y se echan nuevamente los trozos de limón, se dejan hervir de 7 a 8 minutos y se aparta del fuego.
Debemos ver que el almíbar quede espeso, que no quede agua en el, asi se conservan mejor los limones