Se pone el pan en remojo en agua, se escurre y se le añade a la carne molida y al huevo, se añaden la cebolla y el perejil picado, la sal, pimienta, macia, cúrcuma, jengibre y nuez moscada.
Se amasan todos los ingredientes y se deja reposar.
Se corta el apio en trocitos, tallo y hojas, se prepara un vaso de agua azafranada.
Se hacen albóndigas con las manos y si la masa está muy blanda se le puede añadir para espesarla un poco de pan rallado.
Las alcachofas se pelan y se sumergen los corazones después de limpios en agua fría con limón. (Y si no se pueden usar corazones de alcachofas frescas se pueden usar congelados o enlatados).
Se cortan las cebollas en cuadritos y se sofríen en el aceite, se les añade el vaso de agua azafranada, se añaden las alcachofas y los guisantes, se salpimenta. Se cubre con agua y se deja cocinar unos 15 minutos.
Aparte en otra cazuela se ponen la mitad de las albóndigas, con aceite y el agua azafranada, se tapan y se cocinan por 15 minutos.
En otra cazuela se ponen los pedazos de apio y se añaden el resto de las albóndigas que quedaban, aceite y el resto de agua con azafrán, sal y pimienta. Se tapan con las hojas de apio y se cuecen por 20 minutos.
Se sirven los dos tipos de albóndigas en una fuente junto a las alcachofas y guisantes.