Se mezclan en un tazón todos los ingredientes del relleno y se deja de lado.
Se mezcla la mantequilla con el aceite, el agua de azahar, el azúcar y la sal.
Se añade poco a poco la harina hasta conseguir una mezcla suave pero no pegajosa, se deja reposar esta masa por unos 15 minutos.
Se divide en pedacitos que pesen como 15 gramos cada uno, yo los hago pequeñitos pero cada quien puede hacerlos del tamaño que quieran.
Se forma con cada masita una especie de croqueta, se ahueca y se rellena con la mezcla de dátiles.
Se cierra bien y que el relleno quede bien en el medio, para que cuando se hornee no se salga.
Se colocan en una bandeja de horno previamente forrada con papel anti adherente o papel siliconado, yo uso las laminas de silicón que se llaman Silpat, que hacen que no se peguen las cosas.
Se hornean a 180 grados centígrados durante 9 minutos, no deben dorarse.
Se dejan enfriar y se envuelve cada uno en azúcar glas, y para conservarlos, se meten en una lata o en un envase hermético, pero deben estar fríos para poder guardarlos.
Yo a veces los hago rellenos de chocolate....solo hay que cortar en trocitos muy pequeños una tableta de chocolate negro y con ellos rellenar cada egipcio.