Poner en el fondo de la olla, la mitad de las cáscaras de cebolla. Sobre éstas, poner los huevos. Espolvorear con sal, pimienta y comino a gusto, echar un chorrito de aceite y el café y cubrir con agua. Poner encima del agua, el resto de las cáscaras de cebolla.

Poner a cocer a fuego lento por unas 8 horas. Cuando ya los huevos se han cocido una hora, sacarlos con cuidado de la olla y con una cuchara, darle unos golpecitos para trizar las cáscaras. Volver a la olla y terminar de cocer. Romper las cáscaras es lo que hace que queden marmoleados. Agregar agua si es necesario (se va secando). Una vez listos, dejar que se enfríen en el agua de la cocción y después pelarlos. Si se guardan en una cajita con tapa, duran más o menos 3 días. Son más sabrosos si se consumen a temperatura ambiente